Ha sido un año duro para Facebook. En marzo, la fuga de datos de Cambridge Analytica provocó pérdidas a la compañía de aproximadamente 35 mil millones de dólares en valor de mercado. Pasados 5 meses, las acciones se recuperaron del todo y hasta registraron nuevos máximos. Desafortunadamente, este reciente estado de ganancias se vio que no era más que una mera victoria efímera. Facebook falló en sus previsiones y el mercado castigó a la compañía acabando con el 20 % (unos 120 mil millones de dólares) del valor de mercado de la compañía. De buen seguro que Facebook se recuperará, pero ello nos enseña una lección importante. Disponer de según que tipos de acciones no es apto para los que sufren del corazón.
En mi publicación sobre la revalorización de capital frente a las acciones de pago de dividendos, explico las diferencias entre los enfoques de inversión. La evolución de Facebook de confirma mi percepción que la inversión en crecimiento de dividendos es el camino a seguir si se piensa a largo plazo.
Un universo hipotético
Un poco para pasar el rato, imaginemos que gracias a una varita mágica nos transportamos a un universo paralelo donde Facebook reparte dividendos regularmente. En este mundo utópico, un inversor en Facebook recibiría un cheque cada tres meses por un importe basado en las ganancias de la compañía.
En este mundo, ¿una caída del 20 % en el precio de mercado podría causar úlceras? Mi respuesta es un un rotundo ¡No!. Ahora te explico el motivo.
Las acciones con un precio bajo proporcionan al inversor de Facebook la oportunidad de adquirir más porcentaje de la empresa a la hora de cobrar los dividendos. Si asumimos que los cimientos de Facebook son solventes, todos ganamos. Si los precios de las acciones suben, genial. Si bajan, genial también. Como inversor de crecimiento de dividendos, el precio diario o mensual de las acciones no nos importa tanto como para un inversor de revalorización de capital. En ambos casos, cobramos.
Vuelta a la realidad
Para cualquier persona en la senda de la revalorización de capital, hay que hacer balance de lo que se obtiene al tomarla. Se juega de tal manera que solo es posible ganar dinero cuando el precio de las acciones sube. Es un modo de ganar dinero complicado a largo plazo. Y tomemos en cuenta otro punto importante. Digamos que tenemos acciones de Facebook desde que salieron en mayo de 2012. Incluso si el asunto Cambridge Analytica nunca hubiera sucedido y no se hubieran registrado pérdidas, no habríamos visto ni un centavo de los ingresos por tener acciones los últimos 6 años.
Prefiero aquellos juegos en los que las probabilidades de ganar están de mi lado. Es mejor ser el dueño del casino que el jugador.
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