¿Te resulta complicado alcanzar tus metas? Quizás has pensado en perder peso, quieres emprender un negocio o reunir cierta cantidad de dinero. Hace tiempo que te dedicas a ello, pero es posible que no notes avances. Si algo de todo esto te suena, quizás esta publicación te resulte útil.
Charlie Munger ha pasado a la posteridad por su consejo para resolver problemas: invertir, siempre invertir. Con ello nos quiere decir que a menudo la mejor manera de empezar a hacer las cosas bien es empezar por una lista de nuestras malas prácticas. Una vez tenemos la lista, simplemente hay que evitar replicarla.
Esta es mi lista personal de 9 obstáculos a superar para alcanzar las metas más ambiciosas. Si dejas de hacer estas cosas, es prácticamente imposible no notar algún tipo de progreso.
1. El objetivo no es concreto y no incluye etapas.
¿Son concretos tus objetivos? Pongamos que tenemos el objetivo de perder peso. El objetivo es: «Quiero perder peso. Lo lograré haciendo más deporte.» Si los releemos, no es muy específico.
¿Cuánto peso? ¿Cuándo se quiere alcanzar el peso objetivo? ¿Cuál es el plan específico para perder peso? ¿Cómo sabemos que hemos logrado la meta?
Si queremos perder peso, quizás sería más claro decir algo así: «Mi objetivo es perder 13 kilos antes de acabar el año. Para ello, me comprometo a seguir una rutina de ejercicios matutinos de 45 minutos los lunes, miércoles y viernes cada semana. Me pesaré los domingos por la mañana cada semana y añadiré un día adicional de ejercicio si veo que no voy por el buen camino.»
Ahora sí que tenemos un propósito completo. Es específico, acotado en el tiempo y cuantificable.
2. La procrastinación
«Lo haré más tarde, mañana, la semana que viene.» Pocas cosas impiden más rápido lograr una meta como el vicio de la procrastinación. Al procrastinar, básicamente lo que transmites es que lo que estás haciendo en un momento determinado es más importante que trabajar por tus objetivos. Salvo pocas excepciones, esto casi nunca es cierto. Si tu objetivo es realmente importante, no hay que dejar de hacer lo necesario para avanzar hacia el mismo.
Pregúntate por qué procrastinas. Quizá este primer obstáculo es responsabilidad tuya. Y hace que resulte complicado tomar medidas positivas de manera constante. Tener un plan de acción sólido con etapas definidas ayuda a superar cualquier obstáculo.
3. Gestión del tiempo
4. Falta de concreción
Intentas hacerlo todo y acabas sin hacer nada. En el trayecto hacia la meta principal, no hay que perderla de vista. A la mayoría de las personas les resulta difícil seguir con algo nuevo hasta empezar a ver resultados. Un truco sencillo para que no nos pase es dedicar un poco de tiempo cada día con algo relacionado con el objetivo. La regularidad siempre gana.
Hay que ser conscientes de que todo lo que vale la pena comporta trabajo y algún que otro sacrificio. El hecho de que cueste no deja de ser positivo. Esto quiere decir que habrá menos competencia. No se puede considerar que se ha logrado algo sin haber trabajado al menos 6 meses seguidos. Durante ese tiempo, se han cometido suficientes errores y adquirido suficiente experiencia para corregir nuestra senda de manera inteligente.
5. El autoconvencimiento
La historia que una persona se dice a sí misma es una de las acciones más importantes que podemos adoptar en nuestro camino hacia el éxito. Estoy convencido que no puedo es lo más peligroso que podemos decir. Cuando nos decimos que no podemos hacer algo, estamos desactivando todas las habilidades creativas y de resolución de problemas de nuestro cerebro.
Estamos diciendo a nuestra mente que carecemos de la capacidad de resolver el problema que estamos afrontando. Es un obstáculo difícil de superar. No puedo debemos cambiarlo por Tengo que saber cómo.
Hay que prestar mucha atención a lo que nos decimos a nosotros mismos. Lo que tu boca dice es lo que tu mente piensa.
6. Prestar atención a los escépticos
Si estás intentando hacer algo que vale la pena, te criticarán. Es parte del precio a pagar. Un aspecto desafortunado de la naturaleza humana es que a menudo no nos gusta cuando nuestros iguales alcanzan nuevas cotas. Aquellos que no lo logran, o para ser más precisos, aquellos que optan por no logarlo, son los que critican.
Volvamos al ejemplo de perder de peso de antes. Algunas amistades te dicen cosas como: «Yo también podría hacerlo, pero no quiero privarme de nada. La vida es para disfrutarla. No se puede mantener este programa de entrenamiento de locos a largo plazo.» Estos comentarios negativos a menudo no son más que un intento pobre de ocultar la envidia.
Los criticones son como cangrejos en un cubo; no dejan de tirar del cangrejo valiente que intenta salir para que vuelva al fondo.
Esto nos lleva al siguiente punto.
7. El entorno
La gente que queremos que nos rodee importa mucho. Y mucho. Si eres la única persona de tu círculo próximo de amigos que intenta hacer algo con sustancia en la vida, hay que empezar a pensar en encontrar nuevos amigos. Puede sonar como un consejo un tanto duro, pero ello no hace que sea malo.
Lo ideal es tener tener algunos amigos que ya están por encima de donde nos encontramos. Pueden ser mentores positivos y alejarnos de algunos de los errores que cometieron en su recorrido. Bajo ninguna circunstancia hay que rodearse de gente negativa. Son como un cáncer; infectan y acaban con todo lo que hay de valor a su alrededor. Contesta la siguiente pregunta de manera honesta: «¿Las personas que me rodean me ayudan a alcanzar mi objetivo o son un impedimento?«.
Un buen consejo para identificar personas negativas: a menudo empiezan sus frases con un «No podrás hacerlo…” cuando compartes tu objetivo, tu idea o ese sueño que tienes con ellos.
Los logros ya son bastante complicados de alcanzar incluso cuando las cosas van bien. No hace falta que sean más difíciles añadiendo influencias negativas. No permitas que el derrotismo incida en tu mentalidad.
8. Formación
¿Has pensado en la posibilidad de que tal vez no dispongas de los conocimientos necesarios para alcanzar tu objetivo? Si tu objetivo es perder peso, ¿has investigado cuáles son las estrategias más eficaces? ¿Has buscado el consejo de algún nutricionista y de un profesional del fitness para asegurarte de que tu plan se amolda a tu cuerpo? ¿Haces un seguimiento de lo que comes?
Si bien es importante evitar la parálisis por el análisis, no hay nada malo en conseguir formarse para poder tomar decisiones acertadas. Solo las personas un tanto estúpidas insisten en aprenderlo todo por las malas. Hay que aprender de los consejos de los demás leyendo libros, contratando profesionales y siguiendo cursos. Los que más saben pueden señalar errores comunes, reducir tu frustración y aumentar tus posibilidades de éxito.
9. La falta de paciencia
La paciencia es un aspecto muy importante del éxito. ¿Recuerdas la primera vez que intentaste ir en bicicleta? ¿O la primera vez que patinaste? ¿Incluso la primera vez que empezaste un nuevo entrenamiento?
¿Te salió bien alguna de estas cosas a la primera? Desde luego, no en mi caso. Se dice que para dominar un tema hay que dedicarle unas 10 000 horas. Si las repartimos durante algunas horas al día de práctica, tendremos que invertir hasta unos 9-10 años antes de considerar que lo dominamos. Por eso es tan importante centrarse más en el trayecto y las lecciones aprendidas a lo largo del camino que en el resultado final.
Preguntemos a cualquiera que ha logrado un gran éxito. Nos dirá que el trayecto es mucho más gratificante que el resultado. Digamos, por ejemplo, que el objetivo es amasar 1 millón dólares a lo largo de los próximos 10 años. Te aseguro que te sentirás mucho más satisfecho con el dinero si te lo has ganado gracias al hecho de ejecutar bien tu estrategia que si alguien te lo regala.
Los que nos esforzamos en lograr lo que nos proponemos tenemos grabado en nuestro ADN la necesidad de afrontar retos, aunque comporten tiempo. Es por ello que escalar una montaña aporta una mayor sensación de logro que el hecho que nos dejan en la parte cima. Cómo logramos el objetivo importa.
10.....
Combinándolo todo
A menudo en la vida, la mejor manera de ganar es asegurarnos de que no perdemos. Espero que mi lista te sea útil para tu viaje. Me encanta recibir comentarios. Quizás he pasado algo por alto.
¿Se te ocurren otros obstáculos para alcanzar nuestras metas más ambiciosas? ¿Cuál sería tu 10º obstáculo?